Asesoramiento Histórico, Itinerarios y Musealización de diferentes Patrimonios de la Guerra Civil Española en Alicante
La Concejalía de Imagen Urbana del Ayuntamiento de Alicante dirigida por Adrián Santos desarrolló durante los años 2013 y 2015, un plan estratégico para la incorporación del patrimonio de la Guerra Civil española.
Redacción Anteproyecto, Asesoramiento Histórico, Itinerarios y Discurso Expositivo del Refugio R46 Balmis: Verónica Quiles desde Rocamora Arquitectura
Diciembre 2013: Anteproyecto de Itinerarios, Señalética y Musealización de diferentes Patrimonios de la Guerra Civil Española en Alicante. Arquitectura Defensiva, Bélica y Monumental:
- Se crea la Marca Refugios de Alicante.
- Propuesta recorridos por los diferentes Patrimonios de la Guerra Civil en la ciudad de Alicante como apuesta turística y cultural.
- Propuesta señalética explicativa para acompañar los recorridos y conocer el patrimonio de la Guerra Civil.
- Propuesta musealización y puesta en valor de los refugios.
- Propuesta de un centro de Interpretación de la Guerra Civil en el Antiguo Recinto de Oficinas del Puerto de Alicante.
Marzo 2014: Señalética de la puerta del Refugio Balmis.
Abril 2014: Diseño y producción de las puertas – señalética del refugio de Séneca.
Junio 2014: Diseño y producción de la placa Conmemorativa del campo de concentración “Los Almendros” en colaboración con la Comisión Cívica de Alicante para la Recuperación de la Memoria Histórica
Diciembre 2014: Asistencia técnica de iluminación arquitectónica y funcional y definición de las instalaciones de extracción de aire para su renovación.
Enero 2015: Diseño museográfico del Refugio Balmis, diseño gráfico de los paneles explicativos, diseño textos y paisaje sonoro por el compositor Luis Ivars.
Febrero 2015: Inauguración de la primera musealización en Alicante de un refugio antiaéreo. Refugio R46 BALMIS.
R46 BALMIS es un refugio antiaéreo que sirvió para resguardar a la población del centro tradicional durante la Guerra Civil española. Perteneció a la red de refugios que se extiende por el subsuelo de Alicante, siendo alrededor de 100 los catalogados. El refugio se construyó en 1938. Cuenta con dos partes diferenciadas; una cubierta inclinada de hormigón que se desmontó en 1946 y la zona subterránea que estaba dividida en seis salas con dos entradas. La capacidad del refugio se estima en 300 personas, de las cuales unas pocas estarían sentadas en los bancos de obra, mientras que la mayoría permanecerían hacinadas de pie.
LOS REFUGIOS se construyeron por mediación de la Junta Local de Defensa Pasiva de Alicante que coordinaba las obras y el mantenimiento de los mismos. La mayoría de estos refugios eran públicos y estaban situados en parques, plazas y avenidas, no obstante, también se autorizó la construcción de refugios en lugares de máxima concurrencia como la Estación de Autobuses, la Estación de Ferrocarril de Murcia y la de MZA, Madrid, Zaragoza y Alicante, la Fábrica de Tabacos, la Escuela Graduada de la calle Bailen, etc. Así mismo, y ante el temor de no llegar a tiempo al refugio más cercano, algunos alicantinos solicitaron al Consistorio la construcción de refugios privados bajo sus viviendas.
LOS BOMBARDEOS sufridos en la ciudad de Alicante se han contabilizado en un total de 71. Éstos provocaron daños en más de 700 edificios -de los cuales más de 250 quedaron en ruinas- y causaron alrededor de 480 muertos y 790 heridos. Se concentraron principalmente del 1938 al 1939 y fueron realizados por la aviación alemana y sobre todo la italiana fascista, que tenían sus bases en las Islas Baleares. Los objetivos eran en un principio estratégicos, no obstante, según avanzaba la contienda los ataques se centraron en la población civil, destacando tristemente el bombardeo del 25 de mayo de 1938 en el Mercado Central que causó más de 300 bajas.
EL MIEDO al toque de las sirenas o la caída de las bombas atemorizaba a los alicantinos, generando pisotones, avalanchas y accidentes en las entradas de los refugios. En el interior se hacinaban ciudadanos de todas las edades, clases sociales e ideologías políticas, compartiendo los mismos sentimientos de terror, sufrimiento y dolor. Los testimonios de los supervivientes, como Agustina Moya Bastida, nacida en 1930, recuerda con mucha tristeza los ataques a la ciudad.
“Mi madre me agarró como pudo, corrimos al refugio, pero la bomba cayó sobre él y el efecto directo del estallido me dejó aturdida. Al cabo de unos días se dieron cuenta que había perdido la audición en el oído izquierdo”. Otros, lamentablemente corrieron peor suerte.