Viajante, representante, agente comercial, o simplemente comercial, son diferentes denominaciones de un mismo oficio, que traduce «El Arte de Vender», en operaciones comerciales satisfactorias. No siempre se han utilizado los mismos medios y se han tenido las mismos elementos para ejercer algo tan básico como convencer que tus productos son los mejores. Identificados con la marca, el sector y la empresa que representaban, recorrían España, tienda a tienda, bien fuera de ultramarinos, zapaterías, tejidos y confecciones, jugueterías, pastelerías... para mostrar y demostrar la bondad de sus productos. Kilométrico en mano, de estación en estación de ferrocarril, o lo más privilegiados en sus propios automóviles o motocicletas por caminos polvorientos, cargados de maletas, muestrarios, regalos y promesas que les hiciera tener una buena ruta comercial, dejando el camino plagado de amigos y clientes con estrechas relaciones. A la espera, la familia y la empresa en recibir las mejores noticias y pedidos a cursar con la mayor celeridad. Posteriormente, llegaron otros medios como los catálogos impresos, las muestras enviadas por mensajero, las ferias de producto, y en la era digital, todos los soportes conocidos actualmente. David Beltrá & Verónica Quiles.



