Origen de la Colección del Museo Comercial
David Beltrá Torregrosa (Novelda, 1973) es el promotor de la Colección Museográfica Museo Comercial que lleva recopilando desde hace más de 25 años. Primeramente, empieza a investigar sobre sus familiares y posteriormente, se interesa por la adquisición y recuperación de las actividades productivas de su ciudad natal que son el cultivo de la uva y producción de vino, extracción, manipulación y comercialización de la piedra natural y, por último, envasado y comercialización del azafrán y otras especias.
David Beltrá realiza sus primeras investigaciones de la mano del Centro de Investigaciones Etnológicas de Novelda, cuyos trabajos se centran en monográficos dedicados a la historia económica de Novelda, principalmente, lo que le genera un fuerte vínculo con su ciudad, donde será muy respetado y querido. Se licencia en Administración y Dirección de Empresas por el CEU San Pablo / Universidad de Alicante (1998), en la especialización en Dirección Estratégica.
Posteriormente, se interesa por las actividades productivas y sectores pioneros de todas las comarcas de la provincia de Alicante. Durante años, va coleccionando todo tipo de patrimonio etnológico que han dejado los sectores productivos por toda la geografía alicantina, así como la recuperación de archivos de empresas, siendo pionero en Alicante en esta materia. Mientras, se hace un hueco en el mundo del coleccionismo a nivel nacional, en subastas, ferias, mercadillos, consiguiendo un lugar respetado por otros muchos coleccionistas o comerciantes.
En el año 2009 inaugura en un local suyo de Novelda la exposición permanente de su Colección, denominándola Museo Comercial. Museo Comercial® y Jorge Juan® son marcas registradas por David Beltrá desde el 2010. Con esta exposición consigue llegar a un público generalista y con el paso del tiempo, el local queda saturado de objetos y lo que fue, primeramente, un espacio diáfano donde poder realizar un recorrido amable por las diferentes actividades, hoy es visitable sólo por grupos institucionales.
En 2014 David Beltrá conoce a Verónica Quiles López, historiadora, arqueóloga y etnóloga, quien le propone profesionalizar su vocación, lo que le llevó en ese mismo año, el reconocimiento por la Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte a través de unas ayudas económicas a su empresa familiar MarmolSpain y el Museo Comercial por su constante implicación, desde el 2012, a la Promoción Turística de Actividades Culturales.
Durante el 2015, David desarrollará dos grandes proyectos que le permitirá darse a conocer entre el resto de la sociedad alicantina. Primero, publica junto con Miguel Orts Acciones Alicantinas, libro edición lujo de 336 pp. que recoge las acciones y títulos de propiedad de empresas líderes de toda la geografía alicantina. Segundo, realiza la exposición en “Made in Alicante” en la Lonja del Pescado del Ayuntamiento de Alicante, con motivo del XX Aniversario AEFA, Asociación de la Empresa Familiar de la provincia de Alicante, recibiendo en dos meses, más de 10.000 visitantes.
Verónica Quiles desde el curso 2015/2016 será tutora de Prácticas Externas de Máster y Grado de la Universidad de Alicante, donde se realizan los primeros trabajos de inventariado e investigación por alumnado de la Universidad. Verónica Quiles se incorpora definitivamente al proyecto del Museo Comercial, en febrero 2017, desarrollando la página web www.museocomercial.es y dirigiendo junto con David la estrategia museográfica de la Colección.
Comarca L’Alacantí
Zona industrializada muy tempranamente y gracias al Puerto de Alicante, comercialmente muy activa por la recepción de mercancías de todos los países. Fue centro de fabricación de tabacos en el pasado y de entre las grandes industrias familiares de la comarca, cabría destacar la cerámica de Agost, cerámicas para la construcción, cemento y petróleo y, sobre todo, los turrones y helados de Jijona, marca registrada en todo el mundo. Y no nos olvidamos del sector primario, en el que la Huerta de l’Alacant sigue destacando como productor de tomates. El sector servicios también es primordial y el motor económico de la zona por el turismo. No en vano Alacant es “la millor terreta del mon”.
Comarca L’Alcoià
Si la Revolución Industrial tiene un nombre en la provincia es l’Alcoià. Zona escondida e inexpugnable, durante siglos no tuvo más remedio que ser autosuficiente, practicando una agricultura y ganadería de subsistencia. El agua se había utilizado siempre como energía motriz. En la última mitad del siglo XIX, la fuerza del agua se unió al carácter perseverante de sus gentes y cientos de chimeneas gigantes empezaron a elevarse hacia el cielo. Las empresas familiares de Alcoi y sus pueblos no se especializan en un sector, sino en muchos: industria textil, papelera y papel de fumar, fósforos, destilerías, aperitivo café, aceitunas rellenas y grandes fundiciones. Y un fantástico valle de juguetes de metal y preciosas muñecas conocidas mundialmente…
Comarca El Comtat
El Condado de Cocentaina se ha mantenido históricamente aislado del resto de la provincia. Tierra agreste salpicada de pequeños pueblos, se ha dedicado tradicionalmente a la agricultura de subsistencia y a la ganadería de trashumancia. De la Sierra de Mariola se recogen diferentes plantas para la fabricación de una las mejores bebidas espirituosas como el herbero.
A finales del siglo XIX, por influencia de Alcoy, Cocentaina y Muro de Alcoy se abrieron las primeras empresas familiares alpargateras, en el que el Comtat se convirtió en referente nacional e internacional. Pero la industrialización trajo consigo también, irremediablemente, el éxodo de los pequeños pueblos hacia los dos grandes núcleos urbanos.
Comarca La Marina Alta
La comarca de la Marina Alta sigue manteniendo su tradición agrícola en el interior en el cultivo de la cereza, destacando históricamente por la producción y comercialización de pasas. En Pego, destaca su arroz bomba. Sus inaccesibles acantilados, calas y cabos son lugares propicios para la pesca. Con la industrialización, las factorías de mimbre de la zona aumentaron su producción y algunas familias de Denia, comenzaron a destacar en la industria juguetera de madera y la fabricación de sombreros. A principios del siglo XX el Puerto de Denia se convirtió en uno de los principales de la costa mediterránea en exportación. Hoy en día la zona tiene como principal motor económico el turismo, sobre todo el residencial.
Comarca La Marina Baja
ç
La Marina Baja se caracterizó en el pasado por las plantaciones de árboles frutales, cuyo mayor exponente sigue siendo el dulce níspero de Callosa de Ensarriá. Pero si algo endulzó la comarca y la situó como uno de los lugares más exquisitos del mundo fueron las fábricas familiares de chocolates de Villajoyosa, a finales del siglo XIX. La zona, poco industrializada, sufrió un gradual despoblamiento de sus pueblos hacia las ciudades; hasta que a mediados del siglo XX se fue transformando en el referente europeo de sol y playa. Y Benidorm, un pueblecito mediterráneo de pescadores, se convirtió en la Ciudad de los Rascacielos, la capital española del turismo.
Comarca El Alto Vinalopó
El Alto Vinalopó se ha caracterizado históricamente por ser zona fronteriza entre Castilla (La Mancha) y Aragón (Valencia). Por eso sus poblaciones cuentan con castillos y atalayas subidos a montañas, vigilantes continuos de entradas y salidas. Zona poco agrícola pero muy ganadera en el pasado, supo encontrar su fuerza motriz en el agua con molinos, norias y batanes. Benejama y Campo de Mirra produjeron aceite, vino y aguardiente. Con la industrialización, Sax empezó a destacar en la confección de cortinas orientales que fueron precursoras de las industrias persianeras. Por su parte, Villena anduvo por el camino del calzado, en el que varias familias se especializaron en el zapato infantil y sus magníficos caldos.
Comarca El Medio Vinalopó
Comarca de montañas que envuelven los valles en los que madura la Uva Embolsada del Vinalopó y también tierra de vinos. Zona de canteras de piedra natural y de grandes empresas multinacionales de mármol. Elda, la capital, tendrá su máximo apogeo en el S. XX con la industria familiar del calzado, que alcanzará también a otras ciudades vecinas y una industria muy novedosa sobre pequeños electrodomésticos, como en Monóvar la fabricación de jabón. Monforte del Cid y su apreciada bebida espirituosa Anís Paloma. Novelda, por su parte, será pionera mundial en la exportación del azafrán y las especias. Familias de la población recorrerán los Cuatro Puntos Cardinales con sus preciosas cajas de azafrán.
Comarca El Bajo Vinalopó
En el extenso Camp d’Elx se ha cultivado desde tiempo inmemorial la granada, la vid y el olivo, entre otros muchos productos hortofrutícolas. Y Santa Pola fue y sigue siendo uno de los puertos pesqueros más importantes del litoral mediterráneo. Con las grandes sequías de finales del siglo XIX y principios del XX, la zona comenzó a cambiar su actividad agrícola por la industrial. Elche destacó por sus factorías alpargateras; estas pequeñas empresas familiares con el tiempo se convertirían en grandes fábricas de calzado con turnos de 24 horas, caldo temprano de cultivo para los movimientos obreros. Además de la bebida espirituosa de Cantueso. Crevillent se especializó en la fabricación de alfombras hasta llegar a ostentar su denominación de origen actual “Alfombras de Crevillente”. También la zona atrae un modelo de turismo ecológico, como es el paraje natural como el Hondo y un turismo cultural, por el Palmeral y los yacimientos arqueológicos y el Misteri d’Elx.
Comarca La Vega Baja
Comarca tradicionalmente agrícola desde tiempo inmemorial. Con los romanos se potenció el cultivo de los cereales, la vid, los almendros y el olivo. Al introducir los musulmanes el regadío comenzaron los productos de huerta, como las alcachofas y demás hortalizas. También se cultivó históricamente las moreras para el cultivo de gusanos de seda y los frutales como los naranjos y los limoneros. Por eso en la época moderna, con la industrialización, florecieron las empresas familiares conserveras. Debido a la sequía endémica de la zona, también se potenció la plantación del cáñamo. Su costa, además de la pesca y las salinas, fue motor económico de la zona con la llegada del turismo.