Un paseo por Alicante con las guías de turismo de los siglos XIX y XX
Libro Alicante Costa Blanca Estilo 12+1
«Como población turística ofrece Alicante a sus admiradores maravillosos vergeles llenos de flores, soberbios edificios, modernos y suntuosos; calles y plazas perfectamente urbanizadas, y, sobre todo, su playa incomparable, en cuyas arenas parece diluida la luz del sol. Para el turista los días en Alicante transcurren alegres y risueños en aquella costa privilegiada, donde no se conoce los rigores del invierno, que bajo aquel cielo no es sino una envidiable primavera».
Revista Hispano Lusitana. Impresiones de turista, pág. 67. Carmen Picó, 1933.
Verónica Quiles López & David Beltrá Torregrosa[1]
Con la llegada del tren a Alicante de la Compañía MZA, Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y a Alicante acontecimiento acaecido en mayo de 1858, marcaría el minuto cero de la industrialización, modificando radicalmente el paisaje comercial de la provincia. Se impulsa la economía local, las actividades mercantiles y el tráfico portuario, pasando de ser una provincia eminentemente agrícola, repleta de campos y huertas -a excepción de la industriosa ciudad de Alcoy- a un territorio jalonado por chimeneas y fábricas que señalizarán, con su humareda y actividad, las horas laborales de la clase social obrera. La llegada de la Compañía MZA, también aportaría con regularidad los primeros viajeros, viajantes o forasteros que con el tiempo fueron transformándose en los primeros turistas. Pero el propio interés de las poblaciones por ofrecer su mejor ‘cara’ a los forasteros, que por motivos de trabajo u ocio las visitaban, hizo que se comenzaran a publicarse las primeras guías de ayuda con variada información que, además, ha ido evolucionando con el tiempo y avanzando en su oferta e interés.
Madrid como capital, atraía a muchos foráneos y se dará en el siglo XVIII el nacimiento de las Guías del Forastero, publicando en 1722, El Calendario Particular y Guía de Forasteros en la Corte de Madrid, con una duración de dos siglos, centralizado por la Corte de los Borbones, y en donde se extendería estas guías a los principales reinos y colonias americanas. Para el caso de Valencia, sabemos que desde al menos 1789 hasta 1835, se estuvo publicando anualmente El Calendario Manual y Guía de Forasteros en Valencia.
La ciudad alcoyana será quien se estrena en nuestra provincia con su Guía del Forastero en Alcoy, en 1864, una publicación que contenía información sobre su topografía, historia, edificios públicos, religiosos y civiles, fiestas populares, ferias, mercados y un nomenclátor de todos los fabricantes y comerciantes de la época.
Predominan los anuncios de sus industrias de paños y papel de fumar, y cubre la información sobre las fondas, hospederías y posadas. También hace referencia a las aguas minerales y Baños de Benimarfull, Busot, Crevillente y Penáguila, y a los Baños de mar de Alicante, Altea, Benidorm, Denia, Guardamar, Santa Pola y Villajoyosa, además incluye un plano ilustrado de la ciudad.
No será hasta 1875 cuando se publique la primera, hasta ahora conocida, Guía del Alicantino y del Forastero en Alicante por José Pastor de la Roca.
Es una amplia obra de 343 páginas, donde se realza el comercio local como los baños de agua dulce y baños de mar (hasta ocho), bazares, cafés -Café Suizo, Café Nueva Iberia, Café Casino y Café Dos Reinos-, las casas de huéspedes donde se sirven comidas, fondas y restaurantes, paradores, posadas, mesones, horchaterías (enumera diecisiete), hornos, aduanas y almacenistas, entre otros. En esta guía encontramos una descripción más detallada de lugares de interés para realizar excursiones como a La Albufereta, los Baños Termales de Busot, Elche, la Huerta de Alicante, Santa Faz, el Pantano de Tibi, los Baños Sulfurosos de Novelda, la Isla de Nueva Tabarca y Villafranqueza. Por último, aparecen dos bellos grabados, uno referente a los Baños de las Salinetas de Novelda y el establecimiento de los Baños La Alianza en Alicante, ambos con alojamientos para descansar.
En 1879, J. Laurent et Cie y A. Roswag, publicarían en París y Madrid, pero en lengua francesa, Nouveau Guide du Touriste en Espagne et Portugal: Itinérarire Artístique. En ella, encontramos referencias a los bosques de palmeras de Orihuela, Elche y Crevillente, además de una corta descripción de la capital alicantina. Lo destacable de esta guía es la relación de imágenes ofrecidas por su editora, Laurent, que había fotografiado la España de Isabel II, donde destacan diversas imágenes de Sax, Elche, Orihuela y Alicante, tanto de vistas generales, edificios civiles y religiosos, paisaje de palmeras, acequias, puentes, así como alguna estación de ferrocarril (Sax). La versión inglesa de una guía que inició el cartógrafo, impresor y publicista, George Bradshaw, es la publicada en Londres titulada Bradshaw’s Continental Railway Guide and General Handbook, donde en 1866, Alicante es vista como una ciudad con buenos mercados, salas de lectura y un dinámico comercio de vino, almendras, uva pasa y esterillas.
En enero de 1882 la Sociedad Económica Amigos del País, edita la memoria Una Residencia de Invierno. Estudio Meteorológico y Médico del Clima de Alicante, como Estación Invernal. En este estudio se refleja la experiencia de 20 años recabando la información climatológica de Alicante desde 1856 hasta 1875.
Se resalta las excelentes condiciones de Alicante como estación de invierno, comparando su clima con otras residencias invernales del Mediterráneo como Hyéres, Cannes, Niza y Menton (Francia), Bordighuera y San Remo (Italia), en donde se daba cita anualmente una numerosa colonia de enfermos y de turistas del Norte y del centro de Europa.
Se concluye con la visión facultativa de un médico cirujano, donde afirmaba que Alicante entre los primeros días del mes de octubre hasta finales de marzo, era la mejor estación como residencia invernal para enfermos y personas delicadas donde podían hospedarse en hoteles y fondas, acompañados de temperatura muy agradable. Sería en 1883, cuando se edita la Guía de Alicante, Manual del Alicantino y del Forastero por José Alfonso Roca de Togores y Saravia. Esta obra de 133 páginas, que se inspira en el estudio anterior, fue premiada por La Sociedad Económica de Amigos del País de Alicante bautizando a Alicante, no sólo como Estación Balnearia que era, sino como Residencia de Invierno por sus excelentes condiciones climatológicas. Su hermano, el Marqués de Molins, acuñó en esta guía a Alicante con el célebre verso «la millor terra del món».
En 1886, se publicó en el establecimiento de Costa y Mira de Alicante la primera Guía General de las Provincias de Alicante y Murcia y Crónica-Indicador de Alcoy para el año 1887, editado por Nicolás Almiñana y Eduardo Oarrichena. Una extensa obra de más de mil páginas. Primitivo Carreras, realiza una síntesis del progreso de la ciudad desde la llegada de las vías férreas destacando las fondas más notables, la del Vapor y de la Marina, cuyo servicios eran económicos y la Posada de la Balseta, con servicio de carruajes y, otros establecimientos, como el Hotel Bossio, con elegantes y confortables departamentos para familias y un servicio encomendado a criados que hablaban varios idiomas; Gran Hotel Restaurant La Marina era uno de los más preciosos de España y ofrece cocina francesa y española. En cuanto al ocio, encontramos La Unión. Gran Casino con café, billares, salones de juegos y gabinetes de lectura; Casino Veloz-Cruz para bailes y conciertos; la Sociedad de Recreo La Taurina, con departamentos elegantes para billares, juegos de sociedad y piano y el Café Suizo, donde se servían helados y la legítima cerveza de la Cruz de Santander y la de Bremen.
Alicante Estación Sanitaria estudio de Federico Parreño Ballesteros de 1889, donde en la primera parte expone la investigación de treinta años de observaciones climatológicas de Alicante y sus indicaciones terapéuticas de su clima ya que, «Alicante tiene en su atmósfera un tesoro que explotar». La segunda, dedicada por completo a las reformas que Alicante necesitaba acometer para convertirse en Estación Sanitaria de Invierno como como Niza o Menton, a través de mejoras en las infraestructuras como la traída de aguas y la higiene de calles y puerto. En el mismo año, se editó la guía Alicante Estación Invernal por P. Sanudo Autrán, una guía ilustrada con una introducción en francés, Alicante-Nice, donde hace un repaso de la población y puerto de Alicante como Estación Invernal, la prensa, el comercio, las tiendas, los hoteles y los cafés, los depósitos comerciales, los baños, el tranvía, el barrio de Benalúa, y propone una excursión de un día al Sanatorio de Busot. Es en esta época, cuando se popularizan los viajes en tren desde Madrid, a tomar los baños de mar en nuestra ciudad, denominándose a estos convoyes de turistas, como trenes ‘botijo’.
«Alicante tiene en su atmósfera un tesoro que explotar»
En la Guía de Alicante para el año 1900 por José Aller y Vicente, donde enfatiza la Fonda y Restaurant del Comercio de Llinares y Cía, ideal para las familias. También la Casa de Huéspedes de Francisco Bernabéu; el Gran Hotel Iborra para 200 cubiertos; el Gran Hotel de Roma y Marina, con cocina francesa, inglesa y española.
Una de las primeras guías más ilustradas del siglo XX la Guías Arco. Guía Práctica de Alicante y su Provincia de 1908, donde el Grand Hotel Iborra de Alicante ya anunciaba los suculentos platos para una clientela distinguidísima, pues por ella, se habían hospedado grandes personajes políticos, su AR la Infanta Isabel, así como la Princesa de Sajonia-Coburgo y lo más distinguido de las Sociedades del Turismo de Francia, Inglaterra, Alemania y América.
En 1909, Ediciones Artísticas de Turismo y Publicidad de Madrid, publica la guía Alicante. Estación de Invierno. Winter Resort, escrita en castellano e inglés. Como primera frase describe a Alicante:
«Alicante como Estación Invernal sin rival en el mundo. Añadiendo que es para todos, sanos y convalecientes el país ideal de eterna primavera que busca los ricos de todas partes y ahora, gracias a felices iniciativas de su celoso Ayuntamiento, será también lugar de brillantes fiestas, único atractivo de que carecía y de que se afanaban otras estaciones invernales que nada, fuera de estos, podían aventajarla».
Las fiestas a las que se refería que ya estaban implantadas eran, la Semana Deportiva, Regatas Internacionales a Vela y Remo, Tiro al Pichón, Corridas de Toros, Juegos Florales, Fiestas de la Caridad, Concursos de Aeroestación, Bailes y Cotillones del Casino. Además, ofrece información de excursiones a Elche y Busot.
La guía Indicador de Alicante, para el verano de 1910, «se expenderá al público en los kioscos de las estaciones más importantes de España, amén de un considerable número de ejemplares que, así en la temporada invernal, como en la estival, se remitirán gratuitamente á los hoteles, casinos, sociedades y centros de las poblaciones más importantes de Europa… Guardan y exaltan tantos encantos unas condiciones climatológicas nunca alteradas que enamoran al turista y que convidan á todo el mundo á refugiarse, particularmente en los días crudísimos del invierno, bajo su protección». Ofrece tres itinerarios por la ciudad y en la temporada de baños, combinaciones de trenes de Madrid a Alicante de ida y vuelta, valedores por 30 y 60 días, de 2ª y 3ª clase.
En 1913, se publica Alicante sus Bellezas y su Clima un volumen donde sus editores, Eustaquio Tomaseto y José Coloma Pellicer, recopilan una serie de columnas que por iniciativa del periódico El Popular, durante los meses de febrero y marzo de 1912, hombres de ciencia, artistas y literatos e intelectuales -con una visión patriótica- escriben sobre Alicante, la perla levantina. Fueron Próspero Lafarga, José Gadea Pró, Higinio Formigós, Pascual Pérez Martínez, Juan Alemany Limiñana, Diego S. Gadeo, Rodolfo de Salazar, Luis Cánovas, Julio Maluenda Puig, Antonio Martínez Torrejón y Francisco Montero Pérez. Se acompaña de una amplia publicidad comercial y hostelera.
Alcoy, Artístico e Industrial edición de lujo del año 1916, con importantes ilustraciones de Fiestas de Moros y Cristianos, diferentes vistas de la ciudad, combinadas con anuncios de la industriosa ciudad alcoyana.
En 1919, se publica Alicante y su provincia Artístico e Industrial. Lujoso álbum de fotografías con un resumen histórico de la ciudad 1918-19, donde Francisco Figueras Pacheco, Cronista oficial de la Ciudad y con imágenes de los fotógrafos Manuel Cantos, González, Marzal, López, Carpena, Palacios y Barrera ilustran lugares turísticos y documentan el comercio, además de mostrarnos la vida en las fábricas de toda la provincia.
La última guía sobre Alicante Estación Invernal, que no indica el año de publicación pero que datamos a principios de los años 20, anuncia las líneas aéreas de la primera compañía francesa ‘Líneas Aéreas Latécoère’, fundada en Alicante en 1919, cuyos aviones e hidroaviones hacían a diario el servicio de transporte de viajeros y correspondencia entre Alicante y las ciudades de Barcelona, Tolosa, París, Málaga, Rabat y Orán. Además de una completísima información de los transportes marítimos y líneas de navegación que conecta Alicante con Marsella, Fernando Poo, Montevideo, Buenos Aires, Nueva York, Cuba y Méjico.
Las Líneas Aéreas Latécoère’, fundadas en Alicante en 1919, cuyos aviones e hidroaviones hacían a diario el servicio de transporte de viajeros y correspondencia entre Alicante y las ciudades de Barcelona, Tolosa, París, Málaga, Rabat y Orán….y líneas de navegación que conecta Alicante con Marsella, Fernando Poo, Montevideo, Buenos Aires, Nueva York, Cuba y Méjico.
Descriptive Guide of Alicante, publicaciones de ‘Álbum Nacional’ de Madrid de 1922. Guía de bolsillo únicamente en inglés que presenta a la ciudad de Alicante con un texto introductorio de Azorín y aporta sobre la provincia información de las Fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy, Villena y Jijona, y también nos habla del Misteri d’Elx.
En 1924 el primer Anuario-Guía de las Playas y Balnearios de España, Año I «su clima (Alicante) es sano y apacible, aún en la rudeza del invierno, su cielo eternamente azul y diáfano, tiene la brillantez que le presta un sol espléndido, y su temperatura, dulce y uniforme, es agradable hasta las horas del crepúsculo, en que el frío se deja sentir en todas partes». Excursiones por Elche, Busot donde informa del establecimiento y Balneario de Busot, así como información sobre las ciudades con establecimientos de baños como Bañeras, Altea, Dénia, Salinas, Torrevieja, Villajoyosa y Novelda con información de fondas, casas de huéspedes, carruajes y espectáculos públicos.
En 1925 se publica la Guía de Alcoy por Remigio Vicedo Sanfelipe, Presbítero y Cronista de la Ciudad, es una lujosa edición con más de 400 páginas, con una importante reseña descriptiva, histórica, cultural, artística, industrial y comercial de Alcoy. Además, todas sus páginas cuentan con imágenes que hoy nos descubren los ambientes de trabajo, edificios fabriles desaparecidos hoy y el ambiente del día a día. En 1928 nace el Patronato Nacional de Turismo y en Alicante, se inauguró la primera ‘Fiesta Oficial Les Fogueres de San Chuan, extraordinarias Fiestas de San Juan y San Pedro’, haciendo coincidir también, ese mismo año, con la publicación de la guía Alicante Turismo, con dos lujosas ediciones, 1928 y 1929-1930, de Manuel Bonells Bernadás, profusamente ilustradas y con gran visión comercial. Muy interesante retrato de la época, donde los establecimientos gastronómicos ofrecían sus especialidades en mariscos, pescado o caza, servicios a la carta, paellas de encargo, cocina francesa y española. El Hotel Miramar de Santa Pola, ofrecía especialidad ‘arroz a la marinera’ y en Elda, el Café Restaurant con aperitivos, mariscos y conservas de todas la clases y especialidad en ‘paellas a la valenciana y a la alicantina’. En Torrevieja, encontramos el Restaurant Bar, La Marina, con su especialidad en el clásico ‘arroz a la marinera’. Ese mismo año, la Guía Michelín comenzó a distinguir con estrellas a los restaurantes. Alicante fue referenciada con una estrella Michelín a la cocina del Hotel Reina Victoria. También fue nombrado por el Ayuntamiento hijo adoptivo de Alicante al periodista Wenceslao Fernández Flórez por acuñar a «Alicante la Casa de la Primavera».
La Guía-Publicidad de Alicante para los años 1932-34, en formato de bolsillo, a razón de 25 céntimos de peseta, aparte de información práctica sobre la ciudad, aporta una guía del forastero e información de excursiones con destinos a Elche, Orihuela, Calpe, Benidorm, Santa Pola, Torrevieja, Baños de Busot y Guadalest. En 1935 aparece otra guía de bolsillo Alicante Turista de Conrado Volmer, ideal para el turista, con numerosas fotografías y dos planos, de la capital y provincia. En 1936, se publicaba otra, Itinerarios de Turismo de la Provincia de Alicante por la Oficina de Información de Turismo de Alicante. Con estos itinerarios, el turista podía recorrer diferentes rutas por la costa alicantina, con itinerarios como Alicante-Parador Ifach y partiendo de este destino a Denia, a Alcoy y al Coll de Rates, regresando por Jalón y Benisa.
Hemos querido cerrar el capítulo de presentación de guías de turismo de la Costa Blanca pues, tras la Guerra Civil española se abre un nuevo panorama donde muchas más ciudades se suman a la actividad turística, además de la clara apuesta de las instituciones públicas por defender uno de nuestros motores económicos que siguen teniendo hoy una gran importancia en nuestro territorio.
[1] Las imágenes de este artículo, pertenecen a los fondos del Museo Comercial de Alicante y provincia. Propiedad intelectual los autores.
Quiles López, V. y Beltrá Torregrosa, D. (2019). «Un paseo por Alicante con las guías de turismo de los siglos XIX y XX». En Gente Comunicación. (Ed.), Alicante Costa Blanca Estilo 12+1. 2019, pp. 172-185. Alicante.