La Torre Ansaldo, el contenido y el continente de la huerta alicantina en Sant Joan

Exterior de la Torre en la actualidad, tras el proyecto de rehabilitación / Foto: JOAN CHÁPULI

12/06/2021 – 

Por Thais Peñalver

SANT JOAN D’ALACANT. La Torre Ansaldo se ha consolidado como protagonista de la historia santjoanera, en particular, y alicantina, en general. Ha pasado de ser un espacio más reservado del municipio a coronarse como patrimonio activo. Así lo ha permitido el proyecto de rehabilitación que arrancó en 2020 para convertir el conjunto en un Centro de Interpretación de la Huerta y la Música, impulsado por el Ayuntamiento de Sant Joan d’Alacant, quien posee la titularidad de este Bien de Interés Cultural (BIC) que obtuvo dicha protección en 1996 y cuya construcción data del primer tercio del siglo XVI.

«Es una de las torres más antiguas de la huerta por su tipología», asegura el director del Archivo Municipal de Sant Joan, Gaspar Belmonte, quien traslada que a lo largo de su historia estas torres han tenido usos diferentes y que alrededor de ellas han ido construyéndose fincas. Esta en concreto se vendió en 1977 y a partir de entonces fue sufriendo mucho deterioro. «La edificación estaba prácticamente en el suelo y la ermita tenía los muros caídos; la torre se conservó bastante bien», distingue. Y añade que desde que el conjunto pasó a ser de titularidad municipal se han ido acometiendo reformas, si bien la de 2020 ha sido la «más ambiciosa y ha consolidado toda la estructura».

La Torre Ansaldo y la finca anexa en 1999 / Foto: ARCHIVO MUNICIPAL

Cinco siglos en 20 minutos

Además de trabajar sobre el ‘aspecto físico’ de la edificación, el proyecto englobaba dotar de contenido al BIC, a través de espacios musealizados. Se trata de conservar un pedazo de historia y volverla útil y accesible. Para acercarla a la ciudadanía, se han elaborado cuatro documentales de cinco minutos cada uno que pasean de manera cronológica por distintos temas: el primero es un recorrido histórico por los riegos de Alicante; el segundo, por las torres defensivas; el tercero trata sobre las fincas de labor y residenciales y el último se centra en el cultivo, la elaboración de productos y su comercialización.

«Quisimos ampliar el foco expositivo y generar recorridos audiovisuales con imágenes potentes», desvela la intención Verónica Quiles, asesora histórica del proyecto por sus conocimientos en antropología y arqueología. Es por ello que los documentales se centraron en paisajes propios de la Huerta de Alicante, bajo la realización y dirección de Joan Chápuli.

Tras esta primera fase más divulgativa, la segunda etapa de musealización se ha centrado en la parte expositiva. En la bodega se pueden contemplar piezas de la colección municipal, que el excronista de la Vila, Isidro Buades, cedió en vida. A ellas se suman las piezas del Museo Comercial de Alicante, con el que el Ayuntamiento de Sant Joan ha firmado un acuerdo de cesión temporal. De esta última entidad destaca un botellero francés, mientras que de las piezas de Buades resaltan el arado y el medio cántaro alicantino, «una jarra que se utilizaba para medir la cantidad de vino que se quería vender. Ambos objetos pertenecieron a la familia de Buades», da a conocer la historiadora.

Fotos: PEP Y PRISCILA y VERÓNICA QUILES

Por su parte, en el vestíbulo y en la cocina se ha trabajado sin vitrinas, abogando por la recreación de cómo eran esos espacios en la primera mitad del siglo XX, la última etapa de vida de la finca: «Hemos añadido la perspectiva de género, dedicando una zona a la mujer trabajadora, con sus tareas de lavado y plancha; otra a la infancia, porque la figura femenina cuidaba de los hijos, y un último rincón sobre la mujer propietaria en su momento de reposo, bordando o haciendo encaje de bolillos», explica Quiles. Y menciona que la representación masculina se halla en el vestíbulo, donde están expuestas las diez espadas decimonónicas pertenecientes a la colección municipal, «un alarde distintivo de las armas militares y las artes de la esgrima».

Acercar Ansaldo a la ciudadanía

El proyecto no acaba aquí. La concejala de Cultura, Esther Donate (PSOE), confirma que se encuentran trabajando en acercar la Torre Ansaldo a los centros educativos. «Vamos a crear unidades didácticas para que puedan trabajar con lenguaje de primaria y secundaria. Además, estamos diseñando actividades como recuperación de cuentos y rondallas de Isidro Buades, talleres de manualidades, medioambientales, conciertos al aire libre…» Y es que la rehabilitación de la finca Ansaldo es «recuperar parte de nuestra historia y nuestras costumbre», declara la edil de Urbanismo, Eva Delgado (PSOE).

Dentro de la labor divulgativa, ya han comenzado las visitas guiadas por el entorno, donde se explica la historia de la finca, la vida de la época y la colección expuesta. En este recorrido, el Archivo participa dando a conocer el proyecto T’estime Sant Joan, una iniciativa conjunta entre el Archivo Municipal y la Concejalía de Participación Ciudadana que pretende incentivar «que la gente cuente sus testimonios y recuerdos para ampliar el contenido», expone Belmonte.

Fotos: PEP Y PRISCILA

Isidro Buades a través de la Torre Ansaldo

La idea de dotar a Sant Joan de un museo etnológico era un proyecto que hacía vibrar al excronista de la Vila. Tanto que comenzó a convertirse en un coleccionista de objetos que posteriormente cedería al Ayuntamiento de Sant Joan con la intención de crear este espacio expositivo. «Isidro empezó a recopilar las piezas a finales de los 80, época en la que el concepto de museo etnológico era diferente. No es que ahora esté pasado de moda, pero se busca algo más didáctico, más cercano a un centro de interpretación», señala Alfredo Campello desde la Asociación Cultural Lloixa, de la que fue expresidente Buades.

Por su parte, Campello apunta que esto es «un inicio» y espera que el proyecto pueda ampliarse. Para ello, propone la realización de exposiciones temporales de diferentes temáticas, porque «se recogieron materiales tan diversos que algunos tienen difícil encaje en un centro de interpretación de la huerta. Hay objetos que se recogieron pensando en un museo, pero al cambiar de idea no encajan, como radios antiguas, que sí tendrían cabida en una exposición temporal sobre temas locales», lanza su sugerencia.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies