Elena Sánchez Alonso: Del pasado al presente: una visión patrimonial de Alicante a través de las postales de la primera mitad del s. XX

Artículo por Elena Sánchez Alonso

Publicado en la Revista DAMA 3 2018

Resumen:
El presente trabajo pretende abordar un estudio de los cambios (históricos, arquitectónicos, urbanísticos…etc.) de los lugares más representativos de las tarjetas postales de la ciudad de Alicante en la primera mitad del siglo XX, a partir de la catalogación y estudio de la Colección de Tarjetas Postales del MUCOIN. Con los resultados obtenidos se propone un itinerario patrimonial que conecte estos puntos para su puesta en valor.
Palabras clave: tarjetas postales, Alicante, siglo XX, patrimonio
Abstract:
This paper aims to approach a research of the changes (historic, architectural, urbanistic…etc.) from the most representative places shown in the postcards from the city of Alicante of the first half of the 20th century, starting from a cataloguing and a study of the Collection of Postcards belonging to the MUCOIN. The results of the study are presented as basis for a proposed heritage project. This project showcases a scenic walking trail through the city that links prominent historic sites to enhance their heritage value.
Key words: postcards, Alicante, 20th century, heritage

 

INTRODUCCIÓN

El presente trabajo comenzó con el descubrimiento de un tesoro: la Colección de Tarjetas Postales de la ciudad de Alicante de la primera mitad del siglo XX perteneciente al MUCOIN (Museo Comercial e Industrial de Alicante y su provincia).

Este singular objeto se ha manifestado como un documento, no sólo gráfico sino también histórico, social, urbanístico, arquitectónico, de comunicación y coleccionable que no se ha sabido valorar como tal a lo largo de su historia. Por este motivo, la bibliografía y los trabajos o investigaciones sobre la tarjeta postal son escasos, frente a otros documentos gráficos como la fotografía histórica. Guardada en Archivos, colecciones privadas o públicas, y en desvanes, es preciso que salga a la luz y se demuestre que es tan válida como otros documentos.

De esta manera, se ha modelado esta investigación para ofrecer una nueva perspectiva, aunando los recursos que tanto las tarjetas postales como la ciudad de Alicante nos brindan en un discurso patrimonial para recuperar ese pasado histórico, muchas veces olvidado.

LAS TARJETAS POSTALES

La tarjeta postal nace en el siglo XIX como un medio económico de enviar mensajes, donde la privacidad se sacrificaba en beneficio de la rapidez y la precisión de las comunicaciones. Así, en la primera década de circulación no se planteó la posibilidad de incluir ningún tipo de decoración, mientras que en la última década del siglo XIX comienzan a lograrse avances en la impresión de imágenes fotográficas; auge tecnológico del que se aprovechará la tarjeta postal donde empiezan a incluirse imágenes en el anverso de la postal, siempre respetando el espacio dedicado a la dirección (Riego Amézaga, 2011:6).

El siglo XX se describe como la época de consolidación de las tarjetas postales, apareciendo las revistas especializadas con una gran variedad de temas y nuevas técnicas de impresión. El auge del coleccionismo, su uso en ferias, concursos y como elemento publicitario impulsan su popularidad, que se mantiene hasta los años 40, cuando experimenta un descenso del que se recupera con el boom turístico de los años 60, que sin embargo no impide que caiga paulatinamente en el desuso hasta convertirse en un objeto olvidado.

A pesar de que su uso original haya decaído en el siglo XXI, en ningún caso la postal tradicional ha dejado de comercializarse y utilizarse entre los ciudadanos (López Hurtado, 2013:66). Lo que sí se ha producido es su transformación en valorados documentos históricos y culturales. A los coleccionistas se han sumado las instituciones culturales, que han visto en ellas una fuente de conocimiento.

Las tarjetas postales son, por lo tanto, mucho más que una tarjeta con un mensaje y una ilustración; son un objeto cultural que define una época a través de la cual se pueden conocer diferentes aspectos del pasado de un lugar; y son un objeto social al implicar no sólo al remitente y al destinatario, sino también a todos aquellos que han interactuado con ellas (coleccionistas, archiveros, historiadores…etc.).

No obstante, lo que es más importante y ha inspirado este trabajo es que todos esos miles de postales conservadas permiten ahora mirar a través del tiempo y realizar un recorrido a lo largo de la historia de un lugar. Como perfectamente expresa B. Riego (2011), gracias a la tarjeta postal nos es posible contemplar costumbres desparecidas, industrias que ya no existen, fiestas tradicionales y localidades que se han transformado; constituyen una enciclopedia visual de todo un siglo que ahora es posible estudiar y valorar como uno de los fenómenos culturales más singulares del siglo XX, a través de un producto que se creó en el siglo XIX.

Dentro de este contexto se encuentra la Colección de Tarjetas Postales del MUCOIN (Museo Comercial e Industrial de Alicante y su provincia) creada por el empresario y coleccionista noveldense David Beltrá Torregrosa y que forma parte de la colección principal registrada como MUCOIN. Formada por más de 400 tarjetas postales pertenecientes a la primera mitad del siglo XX, se ha llevado a cabo una detallada catalogación y un análisis de estas con la intención de obtener toda la información que puedan proporcionarnos e impulsar su divulgación.

FOTÓGRAFOS, EDITORES Y COMERCIOS

De acuerdo con los criterios de J.M. Santacreu Soler (2016:33), que se han seguido para organizar la información en la base de datos creada partir de las 400 tarjetas postales pertenecientes a MUCOIN, este negocio tenía tres agentes principales: los fotógrafos, los editores y los comercios. A la vista de los datos extrapolados de la base de datos, se ha constatado que los fotógrafos que se dedicaban a este negocio eran muy numerosos. Tenemos que tener en cuenta, además, que muchos de ellos no aparecen mencionados en la tarjeta postal, por lo que el número seguramente fuese mucho mayor. Por todo ello, la autoría de muchas postales está aún sin determinar y en otros casos, la identificación es parcial, por lo que no se ha podido verificar exactamente quién estuvo detrás de la misma.

En cuanto al nombre de los editores y de los comercios, tal y como afirma Santacreu Soler (2016:33), es más frecuente e interesante señalar que algunos locales comerciales las comercializaran sin dedicarse en exclusividad a la impresión de las tarjetas postales. Junto con López Mondéjar (2005), Santacreu Soler (2016:33) señala que al margen de los grandes editores nacionales e internacionales, existían numerosos fotógrafos locales que vendían series propias de tarjetas postales en sus estudios o en las librerías o bazares y normalmente en estos casos la mención del nombre del fotógrafo no era habitual.

  • Fotógrafos

Fueron muchos los que vieron en la fotografía de la tarjeta postal un modo de vida o, al menos, un interés ya fuera económico o altruista. Todos ellos aportaron imágenes para ilustrar los anversos de las tarjetas postales y, sin embargo, su trabajo muchas veces no fue reconocido debidamente, pues su mención en las mismas no fue una práctica extendida, complicando aún más la identificación de la autoría de las imágenes (López Hurtado, 2013:85).

Tal y como puede observarse en la Tabla (Fig. 1) los fotógrafos más activos de la colección estudiada fueron los suizos con base en Madrid Hauser y Menet y los alicantinos P.Z. y Manuel Cantos. Siendo 1905 el año más activo coincidiendo con el periodo de oro de las tarjetas postales.

Fig. 1. Tabla que recoge la actividad desarrollada por los diferentes fotógrafos de la colección estudiada ordenada por el año de circulación conocido. Como se puede observar, el año 1905 fue el más activo. Elaboración propia.

  • Editores

Se encargaban de la financiación y de la puesta a disposición del público de estos materiales, ya sea para la venta directa o la distribución en establecimientos comerciales como los bazares (Garófano, 2000:117; López Hurtado, 2013:69).

Como puede observarse (Fig. 2), vuelven a situarse en primer lugar Hauser y Menet, la editorial zaragozana Arribas, Gutenberg y Sánchez. Éste último estaba especializado en el retrato, pero también se dedicó a la creación de reportajes para los periódicos, fotografió los espacios y personas de la ciudad y captó momentos significativos de celebraciones.

Fig. 2 Tabla que muestra el número de postales editadas por las diferentes compañías. Elaboración propia.

  • Comercios

Como viene diciéndose, no era habitual la mención del fotógrafo en las tarjetas postales ilustradas y así ocurría con las que era distribuidas por los bazares (Santacreu Soler, 2016:33). Todas las tarjetas postales pertenecientes al MUCOIN que hemos estudiados fueron distribuidas por comercios de la ciudad de Alicante.

En cuanto a la actividad de los comercios (Fig.3.), destaca el Bazar Pascual López quien distribuyó esencialmente postales alicantinas, el periódico alicantino el Salón de El Liberal y la Papelería Marimón, una de las editoras más prolíficas que han contribuido a preservar la memoria gráfica de los lugares de Alicante (Santacreu Soler, 2016:43-45).

Por lo tanto, a través del estudio de las tarjetas postales, se ha realizado un repaso a la inestimable labor que realizaron los fotógrafos, editores y comercios por capturar la esencia de la ciudad de Alicante a través de sus calles, paseos, gentes, monumentos y vistas. Ahora, estas se alzan como documentos gráficos de aquel pasado, no tan lejano, pero que se ha ido transformando con la propia ciudad.

Fig. 3 Tabla que presenta el nivel de actividad de los comercios que se dedicaron a la distribución de tarjetas postales. Elaboración propia.

Además de llegar a conocer la actividad de los agentes implicados directamente con la creación, producción y distribución de las tarjetas postales, es interesante conocer el destino de estas tarjetas postales, a dónde viajaba la imagen de esta ciudad y cómo se percibía desde los ojos de un extraño. En este sentido, hemos elaborado un estudio que recoge todos aquellos destinos, a nivel de nación, conocidos en las tarjetas postales de nuestra colección. Gracias a este estudio, podemos concluir que Francia era el destino por excelencia (67 tarjetas postales), seguido de España (42 tarjetas postales) y Bélgica (21 tarjetas postales).

Es evidente que existía un interés por este producto en nuestro ámbito nacional y en el caso particular de nuestras tarjetas postales, la mayoría de ellas iban dirigidas a zonas costeras (especialmente Cataluña). Por lo tanto, prevalecía no solo una fascinación por el intercambio de postales y su coleccionismo, sino además una demanda por las propias vistas de Alicante. Que conozcamos, hasta 103 postales (casi una cuarta parte de nuestra colección), salieron de España para alegrar con sus panorámicas a quienes las recibieron.

LA CIUDAD DE ALICANTE EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX: APUNTE URBANÍSTICO, ECONÓMICO, SOCIAL Y POLÍTICO.

La ciudad de Alicante comienza su periodo de crecimiento poblacional más acelerado, pasando de 50.142 habitantes al inicio del siglo XX a 96.729 en 1940, acompañado de una expansión urbanística y una consolidación comercial gracias al impulso del mercado portuario y la llegada del ferrocarril. Alicante era una ciudad más bien tranquila, aunque sí se produjeron conflictos sociales derivados de la crisis de la monarquía, la II República, la Guerra Civil y las primeras décadas de la dictadura franquista.

PERCEPCIÓN DE ESTOS ESPACIOS DEL PASADO AL PRESENTE

Continuando con el propósito de este trabajo, nos acercamos ahora al objeto de nuestro estudio: la percepción de unos espacios a través de las tarjetas postales que, por razones de representatividad gráfica, importancia histórica, valor urbanístico o relevancia social, han destacado entre los demás.

La ciudad de Alicante, como hemos visto, es el resultado de unos procesos urbanísticos, económicos, sociales e históricos donde han tenido un papel determinante factores como el clima, el medio físico, la población, las relaciones de producción y el nivel tecnológico alcanzado por nuestra sociedad.

Podemos asegurar que una de las zonas que se ha visto más afectada por estos procesos en el último siglo ha sido la fachada marítima alicantina. No es casualidad, por tanto, que haya sido la más representada en las tarjetas postales, pues se ha alzado siempre como su centro económico y social, principalmente las zonas del puerto, la Explanada y el Paseo Marítimo, comprendido por la playa del Postiguet y el paseo de Gómiz, a más de su “escaparate” social. Así lo hemos podido comprobar en la colección estudiada (Fig. 4), siendo el Puerto (105), la Explanada (71), los Balnearios (30) y el Club de Regatas (28) los lugares más fotografiados (Fig. 5).

Fig. 4. Tabla con las principales categorías en las que hemos clasificado las tarjetas postales. Elaboración propia.

Hemos podido observar las enormes transformaciones que han llevado esta franja de centro de actividad a un lugar de contemplación del mar.

  • La fachada marítima alicantina

Se ha identificado esta zona como el límite entre la ciudad y el mar, una “zona de nadie y de todos” en la que confluyen, por una parte, los intereses económicos propios de un puerto comercial y los sociales como zona de ocio y disfrute de los ciudadanos y visitantes. La relación de Alicante con su fachada marítima ha sido un constante “tira y afloja” de estos intereses.

En las series de tarjetas postales de la primera mitad del siglo XX se suceden fotografías e imágenes de los paseos, jardines y calles de Alicante, en las que se puede apreciar su transformación e incluso su desaparición, pero sobre todo son una prueba de la existencia de un rico pasado arquitectónico, histórico y cultural.

Las instantáneas que hemos seleccionado recogen puntos claves de la antigua fachada marítima que tanto ha cambiado hasta llegar a nuestros días: el puerto antiguo, el perfil del castillo de Santa Bárbara, el Paseo de los Mártires (actual Explanada de España), la playa del Postiguet con los balnearios y el Paseo de Gómiz. Estos puntos, los hemos reunido en tres zonas diferenciadas: el Puerto Antiguo, el paseo de la Explanada y el paseo del Marítimo de Alicante (lo que correspondería a la playa del Postiguet, paseo de Gómiz y Paseíto Ramiro, respectivamente).

  • El Puerto Antiguo

De la contemplación de las vistas que nos ofrecen las tarjetas postales podemos deducir la enorme transformación ocasionada en este espacio a lo largo de los últimos 100 años, pues ha sido una de las vistas más reproducidas en la colección. Sin embargo, el puerto no ha dejado de evolucionar desde su mismo origen vinculado al comercio, en el siglo XIII.

Mención especial requiere la evolución del edificio correspondiente al Club de Regatas, uno de los más antiguos de España y alojado en cuatro edificios (Fig. 5). Se fundó el 23 de abril de 1889 en la playa del Postiguet, donde comenzó a desarrollar su actividad en el balneario “La Esperanza”, aunque poco después, en 1890, se trasladó al mismo puerto de Alicante, en la conocida como “Casa de Botes” (Llorca Baus et al.; 1990), un edificio flotante de dos plantas que podía desarrollar su actividad social y deportiva dentro de la dársena portuaria. El rey Alfonso XIII visitó el Club en 1905 y después en 1909, ocasión en la que colocó la primera pieza para el nuevo edificio al que volvió en febrero de 1911 para su inauguración (Campos, 2007). Este edificio, de estilo neoárabe, fue obra del ingeniero Próspero Lafarga (VV. AA, 2005). El edificio sufrió numerosas remodelaciones a lo largo de la primera mitad del siglo XX, hasta adquirir el aspecto que nos muestra en esta fotografía de 1972. Finalmente fue trasladado a su nueva ubicación en 1998.

Fig. 5. Evolución del puerto a través de las tarjetas postales y fotografías actuales. De arriba abajo y de izquierda a derecha. (1980) Tarjeta postal que muestra la localización de la “Casa de los Botes” en el puerto. (1911) Tarjeta postal sin fecha de circulación con vista del nuevo edificio de estilo neoárabe del Real Club de Regatas. A la derecha aún se observa la “Casa de los Botes”. (Fotografía de F. Abad). (1972) Club de Regatas en 1972, antes de su traslado al nuevo edificio. (Campos, 2007:226). (2017) Foto tomada en mayo de 2017. Edificio actual del Real Club de Regatas. (L. Gabaldón).

También queremos destacar el edificio de la Comandancia de la Marina (Fig.6), un emblema y una de las pocas señas de identidad de la ciudad, hoy perdido. En 1994, y a pesar de estar incluido en el Catálogo de Edificios Protegibles del Municipio de Alicante, fue derribado para ampliar el aparcamiento en semisótano y expandir la plaza pública. Lo único que se conservan son sus columnas que adornan ahora esa plaza y los muelles.

Fig. 6. Antiguo emplazamiento de la Comandancia de la Marina y cómo se aprecia el espacio actualmente. De derecha a izquierda. (1950’s) Tarjeta postal sin fecha de circulación en la que se observa al fondo la Comandancia de la Marina (Ediciones García Garabella – Zaragoza). (2017) Fotografía tomada en mayo de 2017. Plaza pública actual con la entrada al aparcamiento semi-sótano a la izquierda. (Fot. Autora).

  • La Explanada de España

Con más de dos siglos de historia, la Explanada de España es, junto al parque de Canalejas, el único ejemplo de jardín longitudinal o paseo ajardinado que se conserva. Se trata de un jardín-bulevar que acompaña al paseo marítimo y discurre paralelamente al puerto (Jaén y Juan, 2015:477). J. J. Amores y D. Moya (2008) se hacen eco de las palabras de Francisco Montero Pérez que en 1913 relataba cómo la construcción y ajardinamiento del paseo se debía a la iniciativa del Gobernador Civil de la Provincia Perfecto Manuel de Olalde. Situado sobre el antiguo Malecón, pasó a denominarse Paseo de Olalde en 1867 y Paseo de los Mártires en 1868. A mediados del siglo XIX, la ciudad se centró en la ordenación de las manzanas del frente marítimo, para pasar después a la urbanización del Paseo de los Mártires, que daría paso a la Explanada de España en 1941. La remodelación de 1958, siendo alcalde Agatángelo Soler, con el pavimento de bandas onduladas formadas por alrededor de 6 millones y medio de teselas, permitió la adquisición de la configuración actual (Fig. 7).

Fig. 7. De izquierda a derecha. (1900-1950) Tarjeta postal que muestra el Paseo de la Explanada con el puerto a la izquierda. (Comercializada por el Bazar Arca de Noé -Alicante). (2017) Fotografía tomada en mayo de 2017 que muestra la Explanada de España. (Fot. Autora).

  • El Paseo Marítimo

La franja a la que hemos denominado “Paseo marítimo” comprende los sectores de la playa del Postiguet, centrándonos en los balnearios que aquí se situaron, y al paseo de Gómiz, aunque también haremos referencia a la panorámica que de la “cara del Moro” se obtiene desde este punto.

Hasta 11 balnearios llegaron a adornar la playa del Postiguet desde su origen en 1834 hasta su desaparición en los años 60 del siglo XX (Fig. 8). Los balnearios estaban formados por una estructura que recogía la higiene y permitía un cómodo acceso a las estancias, cuatro de ellos Alhambra, Diana, Alianza, y Madrid, permanecían durante todo el año; y los otros siete, La Confianza, La Estrella, La Rosa, Delicias, Guillermo, Almirante y Florida, únicamente se montaban para el periodo estival (Molina Pastor, 2015:22).

Otro punto interesante de este rincón marítimo es el protagonizado por el accidente geográfico conocido como “Cara del Moro”, que ocupa la ladera del Monte Benacantil, justo bajo la muralla más elevada del Castillo de Santa Bárbara que se encuentra en él. Existen varios puntos estratégicos para poder apreciar este fenómeno y el más significativo se sitúa precisamente en la playa y paseo del Postiguet, donde se distingue claramente el perfil de una cara masculina (Fig. 9). Ésta curiosa formación natural forma parte del imaginario alicantino desde al menos la Baja Edad Media, ya que el propio escudo de la ciudad representa la fortaleza sobre un rostro de perfil, y el propio cronista Bendicho ya relata la leyenda fabulada de amores contrariados que dio lugar a la labra de la cara del “moro” que fue responsable de la tragedia; como es lógico, no podían faltar tarjetas postales que la mostrasen con orgullo.

Fig. 8. De izquierda a derecha. (1904) Tarjeta postal circulada en 1904 que muestra la entrada a los balnearios de la playa del Postiguet (Fot. L. Roisin – Barcelona). (2017) Vista a través de las palmeras desde el antiguo Paseo del Postiguet, ahora un aparcamiento. (Mayo, 2017. Fot. Autora).

Fig. 9. De izquierda a derecha. (1900-1950) Tarjeta postal que muestra la imagen de la “Cara del Moro”. (2017) Fotografía tomada en mayo de 2017 que muestra la misma perspectiva de la “Cara del Moro” (Fot. Autora).

  • La desvirtualización de la fachada marítima

A lo largo de este apartado, hemos ido observando y constatando como la evolución de la fachada marítima ha ido dejando atrás los elementos propios del siglo XIX y primera mitad del siglo XX, para dar paso a otros más modernos con la aceleración urbanística de la segunda mitad del siglo XX. Este proceso se ha realizado de tal manera, que no se ha observado la convivencia de los periodos históricos. Consecuentemente la pérdida patrimonial, histórica, cultural y social, ha sido asombrosa. Apenas se reconocen los espacios y es difícil de entender su evolución, especialmente para los no residentes. Alicante ofrece hoy una imagen portuaria muy diferente a la que ofrecía hace 100 años y no precisamente más favorable. De la antigua imagen quedan apenas sombras que, de continuar la tónica actual, acabarán despareciendo también.

UN VIAJE DE 100 AÑOS A TRAVÉS DE LAS TARJETAS POSTALES

Después del análisis realizado tanto de las tarjetas postales como de la ciudad de Alicante y su fachada marítima, resulta lógico y necesario realizar valoración del conjunto. El material es asombrosamente rico. Contamos con unas tarjetas postales prácticamente únicas en cuanto a su calidad, estado de conservación y fecha de circulación, que constituyen un excelente documento del Alicante de la primera mitad del siglo XX. Se representa con especial hincapié la fachada marítima, efigie e icono por excelencia de la ciudad de Alicante, cuyos elementos se van transformando y alcanzan su mayor plenitud en este periodo, sólo para acabar desapareciendo a partir de la segunda mitad del siglo XX. Esta reflexión nos ha llevado a plantear un proyecto que ayude a comprender la evolución del frente costero, a entender los espacios por los que paseamos y a conservar esas imágenes tan preciadas que nos ofrecen las tarjetas postales de ese periodo.

Como hemos visto, el litoral alicantino fluye como un solo espacio continuo en el que los diferentes elementos interactúan y se complementan creando una atmósfera única. Ésta, sin embargo, se ve interrumpida por las continuas transformaciones urbanísticas, encorsetándola en los tres espacios que hemos analizado: el Puerto antiguo, la Explanada de España y el Paseo marítimo. Se propone, por tanto, un itinerario que recree la imagen que las tarjetas postales nos transmiten, permitiéndonos aunar el pasado marítimo en un solo espacio para crear (o recrear) ese ambiente tan querido por todos, residentes y visitantes.

Cómo se puede observar en la imagen (Fig. 10) se propone un recorrido lineal, que se adapta a las zonas peatonales existentes con una extensión de 1,5 km aproximadamente entre la parada número 1 y la parada número 9. Es, además una zona de tránsito habitual, por la que discurren miles de personas a lo largo del día, residentes y extranjeros.

Fig. 10. Hitos destacados en el itinerario. 1. Real Club de Regatas; 2. Explanada de España desde la plaza de Canalejas; 3. Real Casino de Alicante; 4. Explanada de España desde la Puerta del Mar; 5. Vista del puerto desde el muelle del Levante; 6. Comandancia de La Marina; 7. Vista general de la Playa del Postiguet; 8. Cara del Moro; 9. Paseo de Gómiz. Elaboración propia.

Tal y como se ha dicho, el itinerario se desarrollará a lo largo de la fachada marítima, estableciéndose unas paradas en aquellos puntos sobre los que nos hemos documentado a partir de su aparición en las tarjetas postales de la colección. Éstos, ordenados, se distribuirían de la siguiente manera:

  1. Real Club de Regatas. Desde aquí se podrá observar, a un lado el nuevo edificio del Real Club de Regatas, y al otro el espacio donde se encontraba el antiguo edificio, ahora una cafetería. Se incluye la historia arquitectónica del mismo acompañada de tarjetas postales que lo ilustren. También se podrá constatar la evolución urbanística del puerto.
  2. Explanada de España desde la plaza de Canalejas. Vista de los cambios urbanísticos que se han producido de la Explanada de España desde este punto. Se debe incluir historia urbanística y social acompañada de tarjetas postales que ilustren la evolución de este lugar.
  3. Real Casino de Alicante. Vista de los cambios arquitectónicos en la fachada del edificio. Se incluirá la historia del edificio y su función social acompañada de tarjetas postales.
  4. Explanada de España desde la Puerta del Mar. Vista de la transformación urbanística e histórica de la Explanada de España. Se incluye tarjetas postales que muestren los cambios.
  5. Vista del puerto desde el muelle de Levante. Vista de la transformación del muelle de Levante y del puerto, en espacial de la zona de las escaleras. Se deben incluir tarjetas postales que expongan estos cambios.
  6. Comandancia de La Marina. Evolución de las transformaciones urbanísticas, arquitectónicas e históricas de este espacio. Se incluirán tarjetas postales para la explicación de estas transformaciones.
  7. Vista general de la Playa del Postiguet. Vista de la transformación de la playa del Postiguet desde la instalación de los Balnearios hasta ahora. Se incluyen tarjetas postales que muestren estos cambios.
  8. Cara del Moro. Excelente perspectiva desde la que se aprecia este accidente geográfico. Se incluirán leyenda, historia y anécdotas acompañado de tarjetas postales.
  9. Paseo de Gómiz. Desde aquí se obtiene una vista de los cambios que este paseo ha vivido, vistas al Paseo de Ramiro y a la Playa del Postiguet. Se deberá incluir tarjetas postales que evidencien todos estos cambios.

Para la organización del discurso, se propone el uso de una señalética estandarizada que se adapte al entorno, que sea accesible, coherente y que mantenga el mismo formato.

Para ello proponemos el uso de paneles metálicos inoxidables y que soporten la exposición al sol. Para permitir la lectura del texto, éste irá en una letra limpia y clara. Las imágenes (a razón, de al menos dos por panel) se protegerán con algún material resistente. Si fuera posible, se podría llegar adaptar la imagen de las tarjetas postales para poder grabarlas en el propio metal.

Estos paneles se situarán en puntos que no interrumpan el discurrir de la gente, ni imposibiliten la vista del paisaje o de aquello que queramos mostrar. Se tratará de situarlos, en la medida de lo posible, de tal manera que tampoco imposibilite la toma de fotografías e incluso que la favorezca. Se prestará especial atención a que éstos sean accesibles a personas con discapacidad. La información se presentará en varios idiomas, siendo obligatorios el castellano, el valenciano, el inglés y el braille.

Toda la información seguirá el mismo orden y se distribuirá de la misma manera en el espacio. Proponemos la división de la información en dos categorías, una primaria relacionada con la información general sobre el discurso y otra secundaria relacionada con la parada. Estas categorías tendrán un formato que las distingan y que se mantendrán en todos los paneles. Proponemos que el texto no tenga más de 250 palabras.

Los paneles irán numerados correlativamente. Incluirán un logo de la ruta, un apartado que indique en qué punto de la ruta general nos encontramos e información sobre quién ha patrocinado el recorrido.

La ubicación de este recorrido es ideal para su éxito: se trata de un ámbito con un altísimo atractivo turístico, cerca de puntos de información turística y de otros puntos de interés del Casco Histórico, donde el visitante dispone de servicios para satisfacer todas sus necesidades (alojamiento, gastronomía, ocio…etc.), no exige un desplazamiento fuera de los circuitos ya establecidos y se puede llegar a él a través del transporte público y privado. Es un itinerario que se puede adaptar al entorno urbanístico de la fachada marítima. Se trata así mismo de un recorrido disponible a lo largo de todo el año: se encuentra en un espacio público, sin horario, gratuito y accesible sin la necesidad de personal especializado.

En definitiva, tratamos de establecer un proyecto sólido para poner en valor no sólo la Colección de Tarjetas Postales pertenecientes al MUCOIN como base de documentación histórica, cultural y gráfica sino también poner en valor el pasado y la transformación urbanística de la fachada marítima. Con ello, trataremos de recuperar el espacio costero en un solo recorrido a través de la divulgación, la valoración material e inmaterial del mismo y la concienciación sobre la pérdida del patrimonio histórico.

CONCLUSIONES

En conclusión, las tarjetas postales se confirman como un valioso documento histórico, social, urbanístico y arquitectónico, que se deberá tomar en consideración en futuros trabajos de investigación. Las colecciones de tarjetas postales, tanto privadas como públicas, constituyen una increíble fuente documental, poco aprovechada en muchas ocasiones, que hay de incluir en los fondos documentales. Particularmente, la Colección de Tarjetas Postales del MUCOIN forma un conjunto de una calidad envidiable que recorre todos los aspectos históricos, sociales y urbanísticos de la ciudad de Alicante de la primera mitad del siglo XX permitiéndonos un estudio en profundidad de estos aspectos del pasado alicantino y de su evolución a lo largo de esas décadas.

Es necesario destacar la valiosa labor realizada por fotógrafos, editores y comercios que captaron la esencia de la ciudad de Alicante e impulsaron la popularización de las tarjetas postales, permitiendo que hoy en día existan como testigos fieles del pasado. En este sentido hay que señalar también el importante papel de los coleccionistas, que se han preocupado por la conservación de las tarjetas postales.

Estos documentos gráficos ponen en evidencia que la pérdida del patrimonio histórico en la ciudad de Alicante se produjo a pasos agigantados, especialmente en su fachada marítima hasta el punto de que, a no ser por la documentación gráfica, sería difícil entender la magnitud de esta metamorfosis. Creemos que se han alcanzado los objetivos generales y particulares propuestos en un primer momento, aunque es necesaria una mayor concienciación sobre el pasado y la búsqueda de recursos divulgativos del patrimonio destacando la labor de los gestores del patrimonio y de las técnicas de interpretación del patrimonio.

Este trabajo permite igualmente la apertura de nuevas líneas de investigación, que trascienden la catalogación y análisis de tarjetas postales de la segunda mitad del siglo XX de la Colección de Tarjetas Postales del MUCOIN: el estudio detallado de fotógrafos, editores y comercios que se relacionen con la ciudad de Alicante, el estudio de la evolución de otras zonas de la ciudad de Alicante que hayan perdido su imagen histórica y la creación de recursos patrimoniales que permitan la recuperación de espacios históricos, son algunos de esos temas que ahora se plantean.

Con todo esto, ya sólo queda el deseo de que este trabajo haya contribuido a la conservación de fuentes históricas, a reavivar el interés por el estudio de las tarjetas postales, a la recuperación del pasado, la divulgación y concienciación del valor del patrimonio histórico.

 

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